Sin embargo necesitan cuidados específicos que harán que se adapte perfectamente a tu casa. En primer lugar tu cactus necesita mucha luz, así que colocalo en un lugar muy luminoso porque sino crecerá larguirucho y enfermo.
A hora vamos a tratar el riego, aunque depende del tipo de cactus que sea suele ser recomendable regarlo una vez a la semana en verano y una vez cada quince días en invierno. Deja secar bien la tierra antes de volver a regar. En cualquier caso es preferible regar poco que mucho. Si echamos mucha agua al cactus, éste acabará muriendo.
En cambio si apenas lo regamos adelgazará y tomará un aspecto amarillento, pero recuperará su aspecto habitual cuando volvamos arreglarlo. Durante el riego intenta no mojar la planta. Si estamos en invierno no eches mucho agua si hay peligro de heladas.
Sobre los abonos puedes utilizar fertilizantes diluidos a principios de primavera cuando empiecen a aparecer brotes o flores en el cactus. Podemos trasplantarlo, asi que si no cabe en la maceta no dudes en ponerle en un recipiente más grande.
Para que te hagas una idea es suficiente con que sea dos dedos más ancha que la planta. En cualquier caso se debería hacer cada dos años en la época de crecimiento. Eso debe corresponder con la primavera. Con estos cuidados tendrás tus cactus perfectamente adaptados a tu casa
No hay comentarios:
Publicar un comentario