1) Aprovecha que en esta época del año luce más el sol para proporcionar a tus plantas un aporte extra de luz. Si has mantenido tus macetas dentro de casa durante el invierno, recuerda que tendrán que irse aclimatando poco a poco a la temperatura exterior.
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| consejos para hacer crecer mejor las plantas en primavera |
Sácalas un par de horas durante los primeros días de la primavera, en lugar resguardado del viento y posibles lluvias, y donde no reciba el sol de forma directa. A medida que avance la estación, aumenta el número de horas que permanecerán fuera las plantas.
Esta adaptación gradual también evitará que las plantas sufran cambios bruscos de temperatura que podrían provocar la caída de las hojas. Pero ten cuidado con las heladas tardías de primavera, sobre todo en el caso de las plantas sensibles.
2) Protégelas con un poco de plástico o vuelve a meterlas en casa. Si tienes alguna maceta demasiado delicada para sacarla fuera, airear la estancia en la que se encuentre para compensar el aumento de calor de esta época, pero procura evitar las corrientes de aire porque son muy perjudiciales para las plantas de interior.
3) En primavera las plantas empiezan a desarrollar nuevos brotes y acelerar su ritmo de crecimiento, por eso es muy importante incrementar gradualmente los riegos. Además el aumento paulatino de las temperaturas hace que el agua se evapore más rápidamente, por lo que es necesario proporcionarles más agua en esta estación.
4) Ten cuidado de no saturarlas de agua y comprueba que la tierra se haya secado un poco antes de volver a regarlas. Para ayudar a tu planta en esta época de crecimiento conviene echarle un poco de fertilizante.
5) Lo mejor es que al principio de la primavera utilices sólo la mitad o la tercera parte de la cantidad recomendada por el fabricante. Emplea un abono disuelto en el agua de riego cada semana durante la época de crecimiento.
6) Si compruebas que las raíces de la planta asoman por el agujero del drenaje o tiene el cepellón muy compacto, este es el momento ideal para trasplantarlas. Mejor hazlo a mediados o finales de la estación. Seis u ocho semanas después del cambio de maceta empieza a aplicar fertilizante líquido, pero no antes ya que el nuevo sustrato ya proporciona alimento suficiente a la planta.
7) Revisa tu planta para quitar las flores marchitas y evitar que la planta pierda fuerza. También tendrás que podar las hojas marrones con una cuchilla afilada, para evitar desgarros que puedan atraer a las plagas. De hecho, este es un buen momento para prevenir la presencia de bichitos.
8) Vigila frecuentemente los nuevos brotes y los capullos. Si encuentras una zona afectada que aún es pequeña, utiliza un algodón empapado en alcohol o retira los insectos con unas pinzas. Después pulveriza toda la maceta con agua jabonosa una vez al día, para evitar el contagio a otras plantas adyacentes.
Con estos consejos ya verás cómo tus plantas aprovecharán al máximo todos los beneficios de la primavera.
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