Podemos plantar tomates en siembra directa desde abril hasta mediados de junio en España. El semillero lo haremos en los meses de marzo y abril. Para su desarrollo el tomate necesita un clima cálido con temperaturas altas desde su siembra.
También requiere grandes cantidades de agua para tener una producción abundante, preferiblemente regada en surco, aunque se adapta bien a la sequedad. Plantaremos el tomate en semillero por su delicadeza climática.
Llenaremos el recipiente de sustrato hasta la mitad, y antes de echar las semillas hay que regar la tierra. Una vez plantadas las semillas cúbrelas con más tierra.
Sabremos que tenemos que trasplantar el tomate entre los meses de mayo y junio cuando éste tenga una altura mayor a 15 centímetros y posea de seis a diez hojas. Las plantas han de colocarse a una distancia de unos 60 centímetros, y en filas separadas entre 50 centímetros y un metro.
A medida que las plantas van creciendo es recomendable hacerles un tutorado para que no se rompan, siempre con cuidado para no dañarlas. El período de recolección puede alargarse de julio a octubre, comenzando dos o tres meses después del trasplante.
Cada planta e incluso cada rama tendrán frutos en diferentes niveles de maduración, por lo que su recogida ha de realizarse con suavidad y cuidado para no estropear la planta ni el resto de los frutos. Según el uso que vaya a tener el tomate, lo recogeremos cuando tengan un color u otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario