Cuando pensemos en prevenir o quitarnos de encima alguna plaga que nos afecta, nos encontraremos con múltiples herramientas, productos o métodos de los que podemos echar mano para lograr nuestro objetivo.
Saber reconocer cuál es la plaga que nos está afectando es primordial para poder elegir el producto para combatirla, y la forma de hacerlo.
Además de ello, a la hora de comenzar el combate contra la plaga, si nos hemos decidido por fumigar, deberemos tener en cuenta una serie de medidas de seguridad como las siguientes:
Guardar los alimentos y elementos para consumo en lugar apartado
Desocupar los muebles, especialmente si son de madera; dejar abiertos cajones, gavetas, mesones etc.
Por supuesto, evacuar a toda persona que no sea el fumigador, del lugar que va a ser tratado.
Se recomienda cerrar los ductos de gas y desconectar los electrodomésticos.
Retirar los muebles que estén apoyados contra la pared al menos a 10 o 15 cms de la misma.
Limpiar los lugares donde se cocina de modo que no queden rastros de grasa o aceite antes de comenzar a fumigar.
Durante la fumigación, quienes no formen parte de la misma, deberán tener control de los niños y de los animales domésticos, impidiéndole el ingreso a la zona en la que se está operando.
En caso de querer entrar a la zona que está siendo fumigada se deberá alertar en voz alta de nuestra intención.
Después de la fumigación será imprescindible, limpiar los utensilios de cocina, como vasos, platos, ollas y extender la limpieza a todos los ámbitos en que se decidió fumigar.
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