Plantas en el Tigre

Los caracteristicos tonos de esta estacion lucen aún más junto al rio. Entre tanto ocre, amarillo y rojizo de los arboles se filtra una flor,
la hortensia, que tambien adquiere un color distinto.

La zona del Tigre, revalorizada en los últimos años como lugar de descanso y paseo, posee una vegetación que la caracteriza. Pero no es casual que estén algunas especies y no otras. Esto tiene su explicación.





Los ríos Uruguay y Paraná arrastran desde el norte sedimentos de origen animal y vegetal que, al llegar al río de la Plata, se depositan formando infinidad de islas y hacen su aporte para seguir aumentando día a día el nivel de las ya existentes. Por eso, estos suelos son entre neutros y ácidos, lo que permite el desarrollo de una flora especial, autóctona o introducida por el hombre, que tolera el clima y el suelo de la zona.

En esta zona también se destaca la alta humedad ambiente, lo que provoca un crecimiento exuberante de la vegetación, conocido con el nombre de "selva en galería", y que acompaña los cursos de los ríos, brindando un paisaje especial en cualquier época del año. Pero es en otoño cuando la mayoría de los árboles y arbustos cultivados aquí se visten de color amarillo dorado, bermellón u ocre.

Cada otoño es diferente y las circunstancias climáticas influyen directamente en la coloración de los follajes: algunos son más soleados que otros; las temperaturas mínimas no se registran siempre el mismo mes o los vientos acortan su duración, por ejemplo, lo que hace que los colores sean más vivos o más duraderos. Por eso, podemos asegurar que cada 21 de marzo el Tigre renueva su cartelera y ofrece un espectáculo distinto, único, una auténtica fiesta para los sentidos. Quedan todos invitados.

Platanos. Resulta muy interesante el contraste planteado por los follajes de los plátanos, verde amarillento, y los liquidámbar, que viran del amarillo al púrpura con el paso del otoño. Es una combinación frecuente en esta zona, dado que se trata de dos especies muy cultivadas en el Delta desde principios de siglo. Por eso, en la actualidad se encuentran ejemplares de gran porte, como estos.

Fresno americano (Fraxinus americano). Originario de América del Norte, por su rápido crecimiento se lo usa en el arbolado urbano. En esta especie existe diformismo sexual, lo que hace que las hembras se llenen de semillas y causen serios problemas en los desagües. Pero su coloración amarilla justifica la formación de mini bosques en parques amplios y alejados de las viviendas. Por su fácil multiplicación, se asilvestra en los montes naturales del delta y se destaca por el bellísimo tono que adquieren sus hojas.

Alamo piramidal (Populos nigra piramidalis). Resulta interesante la combinación de la forma piramidal de este álamo con la copa globosa de los fresnos, tanto como los cambios de colores que va experimentando a medida que avanza el otoño. Se lo puede plantar cerca de las viviendas con la precaución de cortarle todos los años las ramas mas viejas y altas, que pueden quebrarse con una tormenta. Como es de crecimiento rápido, es un árbol que se recomienda para formar barreras rompe vientos en los campos y para disimular feas vistas. Puede llegar a medir 30 m de alto.

Platano (Acer sp.). Aunque es natural de Europa, Asia, Norteamérica y México, su cultivo se popularizó a principios de siglo como árbol de vereda por la sombra que proyecta su amplio follaje. Pero hay que tener en cuenta que sus semillas se desparraman con el viento y pueden provocar alergia. Durante esta estación el follaje se amarillea creando un bellísimo contraste con el jaspeado de la corteza. Las especies cultivadas en esta zona alcanzan una altura de entre 30 y 40 m.

Fresno dorado (Fraxinus exelsior aurea). Su nombre vulgar se debe al color que adquiere su follaje. Durante el invierno sus ramas jóvenes, ya desnudas, adquieren un color amarillento muy decorativo. Como es de crecimiento lento, no necesita poda. Se lo recomienda para ubicar cerca de la vivienda, ya que sus raíces no molestan y su hábito caduco le permite tener sol en invierno y sombra durante el verano. Con los años puede alcanzar una altura de 8 a 9 m.

Liquidambar (Liquidambar styraciflua). Arbol autóctono de los Estados Unidos y Centroamérica, tiene forma cónica. Como prefiere los suelos húmedos y ricos en humus, es ideal para zonas costeras, donde llegan a medir unos 25 m de altura, cuando en su lugar de origen alcanza los 40. En lo que hace a su coloración otoñal, es interesante ver como primero se amarillea hasta adquirir su característico color púrpura.

Cipres calvo (Taxodium distichum). A esta conífera se la conoce popularmente con este nombre porque durante el otoño su follaje se torna ocre y luego queda pelado. Es un árbol originario de los Estados Unidos, de rápido crecimiento, al que le gusta el agua. Como está sostenido por sus fuertes raíces, se lo usa para proteger las costas de la erosión del agua. Sucede con frecuencia que la costa desaparece y el ciprés queda en medio del agua. Después de 30 años, ya alcanzan los 35 m, pero para entonces empiezan a perder la forma piramidal y sus copas se redondean.

LAS HORTENSIAS

Floración. Las hortensias (Hydrangeas macrophillas) alcanzan su máximo esplendor como flores de verano cuyos colores característicos contrastan con el follaje verde. Pero hay zonas donde siguen en flor un buen tiempo más, pero con otros tonos: el verde claro de sus hojas junto a un bordó claro, entre borravino y sepia, que le da una coloración singular a los jardines del Tigre. Sucede que, gracias a la alta humedad ambiente como así también al suelo ácido, estas plantas llegan al otoño con sus flores estériles de 4 o 5 sépalos (que parecen pétalos en perfectas condiciones) y se colorean con el frío. A estas pigmentaciones se las conoce con el nombre de "antocianas".

Poda. Aunque hiele, se las poda recién a fines del invierno, para que el follaje, aunque esté quemado, proteja las yemas tiernas. Una vez pasado el riesgo de heladas, se les cortan las flores ya muertas por encima de dos yemas fuertes. Esta es una tarea anual, pero cada 4 años se les practica una poda mas intensa para que las matas se mantengan compactas y se renueven los tallos, sabiendo que ese año no florecerán tan abundantemente.
Informe: José Luis García.
fuente: parati.com.ar

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